Luis Gutiérrez, Maquinista de La Cata del Barrio de la Estación 2024

“Buscar el carácter en los vinos, y su vinculación con los lugares, más que una tendencia, es el camino”

A Luis Gutiérrez (Ávila, cosecha 1965) el vino le atrapó hace casi tres décadas. Su pasión se ha convertido en su vida. Y este idilio incurable le encaminó a ser el crítico de los vinos de España, Chile, Argentina y el Jura, en Francia, ahora también de Portugal para la publicación de Robert Parker ‘The Wine Advocate’ (Grupo Michelin), para la que escribe y cata desde 2013, a la que llegó tras co-fundar y colaborar en El Mundo Vino y ser el corresponsal de vinos españoles para la británica Jancis Robinson.

Habla de un modo cercano sobre el vino, sus paisajes y las personas que lo hacen posible, cercanía que también despliega en la distancia corta. Catador incansable y viajero insaciable, Luis Gutiérrez es el ‘Maquinista del Año’ de La Cata del Barrio de la Estación, y conducirá una cata magistral el 14 de junio de 2024 en Haro. Su propuesta: una cata musical “diferente y divertida” en la que “hacer un poquito de ¿Rock&Wine?”. Será “un viaje en el tiempo por siete décadas, con sus recuerdos olfativos, sonoros y visuales, poniendo los vinos del Barrio de la Estación en el contexto histórico en el que se elaboraron”.

“Nos hemos centrado durante mucho tiempo en discursos técnicos. Y eso a la gente le asusta. Hay que contar historias humanas, de superación, de trabajo, de esfuerzo, de cultura, de paisaje, de gastronomía”

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Robert Parker le define como “una autoridad incomparable, un apasionado de los grandes vinos del mundo y un purista” … ¿Se identifica en esta definición?

Una autoridad, no sé, desde luego, apasionado sí. Yo estoy aquí, porque soy un loco del vino. Me encanta el vino. Y el vino ha terminado ocupando toda mi vida.

¿Qué supone para Luis Gutiérrez ser el maquinista del Barrio de la Estación 2024 y unirse al círculo de embajadores del Barrio, junto a los Masters of Wine Tim Atkin, Pedro Ballesteros y Sarah Jane Evans y el sumiller Josep Roca?

Lo primero de todo, un reto. Hace poco estuve con Pitu Roca y me enseñó la presentación que hizo y me daban ganas de llorar. Es un reto, un orgullo, una satisfacción. Espero que hagamos algo diferente y divertido.

Le gusta entender los vinos por su contexto. ¿Cómo definiría la singularidad de los vinos del Barrio de la Estación?

El vino es mucho más que el líquido que hay dentro de una botella. Es toda la historia y todo el contexto, que puede ser de los viñedos, del paisaje, de la cultura local. El Barrio de la Estación es bastante singular, tal vez es más socio-económico que el tema agrícola, pero fue una de las cosas que marcó la historia de La Rioja. Me interesa mucho la historia. Y, cuando bebo vinos antiguos, intento ponerme en el contexto de lo que pasaba, de cómo vivía la gente, de cómo se trabajaba, como hacían el vino. Seguramente no tendrían las mismas condiciones que tienen ahora o estas bodegas tan maravillosas…

“Voy a intentar hacer algo de vino en televisión. Hay muchos programas de cocina, pero no se habla de vino. Y para mí, la cocina, sin vino, no es gastronomía”

“El pasado es el futuro”. Es una de sus frases más citadas, recogidas en su libro ‘Los nuevos viñadores’. En este enclave del Barrio de la Estación nacieron los vinos finos de Rioja a finales del siglo XIX, ¿cuál es la belleza que estos vinos, casi eternos, continúan ofreciendo?

Uno de los grandes secretos del vino y uno de los grandes lujos de la vida, sobre todo hoy, es el tiempo. El tiempo, que antiguamente era mucho más fácil de disponer de ese tiempo. Tenían mucha más posibilidad de la prueba y del error. No tenían director financiero casi ninguna de las bodegas. Se guiarían mucho más por la intuición. Y por eso creo que no nos tenemos que olvidar de lo que hizo toda esa gente, esos pioneros. Deberíamos ser capaces de interpretar todo aquello con el conocimiento que tenemos ahora.

Se considera escritor antes que catador. ¿Qué vinos le emocionan? ¿Qué características definen a los grandes vinos?

Una de las cosas más importantes de un vino es que refleje lo que pone en la etiqueta, porque normalmente es un lugar, más o menos grande, una añada, unas uvas. Luego ya que el vino tenga equilibrio, que sea agradable de beber. Luego ya le podemos pedir longevidad, le podemos pedir muchas más cosas. Los grandes vinos son vinos que para mí te llegan al corazón y es mucho más un sentimiento que una sucesión de descriptores o de aromas. Para mí, un vino que me llega al corazón.

La Guía Michelin centró su debate previo a la entrega de las estrellas Michelin 2023 en la premisa “El vino es gastronomía” y los nuevos caminos para servir y disfrutar del vino en la alta gastronomía a través de la conexión emocional ¿Cuál es su propuesta en este sentido? ¿Hacia dónde caminamos en la experiencia del vino en la restauración?

Entiendo el vino como parte integral de la gastronomía. No concibo ir a un restaurante y no beber vino. Y no concibo comer a este nivel de calidad y beber así. Si como aquí, quiero beber aquí o a lo mejor aquí. Creo que es lo que deberíamos lograr, y lo que deberíamos lograr de una forma natural, que la gente no se sintiera forzada o intimidada. Muchas veces están intimidados por las cartas de vino enormes, no saben elegir. Te dice la gente: “Yo no tomo vino, porque no sé”. La gente come carne y se les preguntásemos por la carne, no tendrían ni idea de explicarte nada. Deberíamos lograr que (el disfrute del vino en la restauración) fuera de una forma natural, sencilla y placentera.

 Usted es amante de la gastronomía local, que explora en sus viajes. ¿Cómo valora la gastronomía de la próxima edición de la Cata del Barrio de la Estación, con su propuesta de proyectos estrellas Michelin, como celebración de la diversidad y del momento excepcional que vive la cocina riojana y española?

Me cuadra totalmente. ‘The Wine Advocate’ es parte ahora del Grupo Michelin y para mí tiene todo el sentido del mundo. Unir los restaurantes, la comida, con el vino, también con los hoteles. La gente quiere viajar, quiere disfrutar, quiere comer, quiere beber vinos. Es lo que se debe hacer. Estamos buscando la mejor comida, vamos a poner los mejores vinos. Yo quiero comer y beber al mismo nivel, y si puedo beber por encima, mejor todavía.

El Barrio de la Estación, la mayor concentración de bodegas centenarias del mundo, es destino enoturístico de elección. ¿Qué convierte a un territorio en un destino enoturístico referente en el mundo?

Tiene que ser la diferenciación, porque, al final, el enoturismo no puede ser enseñar tanques de fermentación y barricas, porque eso lo tienen todas las bodegas del mundo. Hay que buscar cuál es la diferenciación. Y eso te lleva a tu historia, a tus orígenes, a tus raíces, a tu singularidad.

Los informes sobre tendencias y las cifras de consumo detectan que se bebe menos vino, pero de mayor calidad. ¿Se consolidará el avance en la excelencia en la viticultura y la enología?

Por lo menos en el segmento de los grandes vinos, totalmente. El camino es la calidad. Antiguamente el vino y, en España, más tal vez por nuestra historia, era parte de la alimentación. Era subsistencia, eran vitaminas, minerales, elementos. Entonces no hablaban de cultura o de ocio. Ahora estamos en otro entorno completamente diferente. Para mí, en el segmento de vinos que estamos hablando, el camino es la calidad.

¿Cuáles son las historias que nos pueden ayudar a hacer el vino más seductor, divulgar su cultura y virtudes, especialmente ante las generaciones más jóvenes?

Nos hemos centrado durante mucho tiempo en discursos técnicos, en explicar cosas técnicas de cómo se hacen los vinos. Y eso a la gente le asusta, les echa para atrás, les intimida. Hay que contar historias humanas, contar historias de superación, de trabajo, de esfuerzo, de cultura, de paisaje, de gastronomía. Cosas que le pueden llegar a cualquiera. Si vas a hablar de cosas técnicas, vas estar ya predicando al coro. Vas a estar hablando a gente que ya te entiende, con lo cual, a esos no necesitas convertirles.

 ¿Cómo podemos lograr que el vino tenga la fuerza de la gastronomía para contribuir todavía más, como le corresponde, a la marca España?

Es la pregunta del millón, que nos estamos preguntando todos. Cómo hacemos para atraer a la gente joven, para normalizar todo esto. No se apoya institucionalmente gran cosa. Personalmente creo que voy a intentar hacer algo de vino en televisión. La televisión es, al final, un medio de comunicación muy potente, que llega a mucha gente, y hay muchos programas de cocina, pero no se habla de vino. Y para mí, la cocina, sin vino, no es gastronomía.

Usted defiende la calidad y la diferenciación como las principales ventajas competitivas en el sector vitivinícola. ¿Cuál será la próxima tendencia del vino, tras unos años de elogio de la diversidad en las variedades, los estilos de vino, los perfiles de elaboradores?

Va más por seguir por ese camino de la diferenciación, de la personalidad. Al final, si estás haciendo un producto que se puede hacer en cualquier sitio del mundo, vas a estar compitiendo en precio. Los lugares, obviamente, no se pueden replicar. Las condiciones climatológicas de suelo, de la vegetación, de todo el entorno de Rioja, no lo puedes tener en ningún otro sitio del mundo, con lo cual, eso no lo pueden copiar. Si te vas a centrar en vender un vino varietal, pues lo pueden hacer en muchos sitios del mundo. Los lugares son únicos e irrepetibles. Y creo que el buscar el carácter de los vinos de cada uno de esos sitios, uniéndolos con la tradición, las variedades locales, cómo se hacía el vino… es lo que para mí va a seguir siendo la tendencia. Y más que la tendencia, es el camino.

“Si no hay personas que tengan esa visión, esa idea, y esa capacidad de trasladar el potencial de los sitios a la botella, no vamos a ningún sitio. Para mí, el último eslabón en la cadena es el productor”

“Deberíamos lograr que el disfrute del vino en la restauración fuera de una forma natural, sencilla y placentera”

“El enoturismo no puede ser enseñar tanques de fermentación y barricas, porque eso lo tienen todas las bodegas del mundo. Hay que buscar cuál es la diferenciación. Y eso te lleva a tu historia, a tus orígenes, a tus raíces, a tu singularidad”

La sostenibilidad es irrenunciable. ¿Seremos capaces de lograr grandes vinos en Rioja y en España en un contexto de cambio climático?

El tema del cambio climático es un tema muy serio, que creo que no nos tomamos suficientemente en serio, y la sostenibilidad, en general, también, porque no nos podemos cargar el planeta. De aquí a muy poco, el trabajar en agricultura orgánica va a ser ya un requisito para los vinos de calidad. Yo creo que la gente se va a ir concienciando cada vez más. Con la viticultura todavía hay herramientas para adaptarse al cambio climático. No creo que vaya a ser tan exagerado, como se oye en algunos sitios, de irse a hacer vino a los países nórdicos…Todavía hay bastantes herramientas, sobre todo por la parte de la viticultura.

 La DOCa. Rioja cumple 100 años en 2025. ¿Qué le permitirá seguir siendo una de las regiones históricas referentes en el mundo del vino?

Siempre digo que los lugares tienen el potencial. Rioja obviamente lo tiene. No nos habíamos dado cuenta. Tal vez lo descubrieron los franceses cuando vinieron aquí a buscar vino por el tema de la filoxera. Pero, al final, el potencial puede estar ahí, y si no hay personas que tengan esa visión, que tengan esa idea, y que tengan esa capacidad de trasladar el potencial de los sitios a la botella, no vamos a ningún sitio. Con lo cual, para mí, el último eslabón en la cadena es el productor.

Miembro de la banda The Winedrinkers, usted propone interpretar los vinos del Barrio de la Estación desde un recorrido por la historia de la música. ¿Quién compondría la música de su bodega personal?

Muy ecléctica, porque me gusta también la diversidad. Cuando somos jóvenes, somos bastante más cerrados, nuestros gustos son más estrechos. Y según vamos envejeciendo, vamos aprendiendo, y vamos haciéndonos más amplios. Con lo cual, yo creo que una bodega ecléctica, con una colección de discos ecléctica, también.

¿Cómo transmitiría su propuesta de masterclass como ‘Maquinista del Año’ de La Cata del Barrio de la Estación?

Voy a intentar hacer algo diferente y que la gente se divierta. Yo creo que la gente quiere divertirse, la gente tiene que divertirse. Tiene que darse cuenta de que, bebiendo vino, nos podemos divertir. Se puede combinar con comida. Y se puede combinar con música. ¿Por qué no?

Su trabajo en ‘The Wine Advocate’ es exhaustivo al preparar el viaje a una zona y catar sus vinos, con más de un año de investigación. ¿Qué define a un crítico de vinos en estos tiempos en los que crecen los prescriptores en las redes sociales? ¿Teme el poder prescriptor de la inteligencia artificial?

El secreto es que no hay secreto. Otra vez el tiempo. Es la experiencia, es el entrenamiento, es el viajar, es el probar muchos vinos, es el gastar. Tienes que gastarte dinero en comprar vinos. Que te duela el bolsillo cuando te gusta o no te gusta. Es la única manera de aprender. De verdad. No veo que haya atajos. Yo lo que veo por la inteligencia artificial, eso veo difícil que se consiga. Puede que una máquina sea capaz de describir aromas, pero al final, que te den una lista de la compra de la frutería, no sé yo para qué sirve. Creo que hay cosas mucho más interesantes para hablar de los vinos.

Un mensaje final…

Nos vemos en la Estación. Vamos a ver si hacemos un poquito de ¿’Rock&Wine’?

Master class con Luis Gutiérrez

El escritor y crítico de vinos para la publicación de Robert Parker ‘The Wine Advocate’, Luis Gutiérrez, conducirá una cata magistral como ‘Maquinista del Año’ de La Cata del Barrio de la Estación de Haro el 14 de junio, día previo al gran evento de enogastronomía que impulsan las bodegas de este enclave histórico CVNE, Bodegas Bilbaínas – Viña Pomal, Gómez Cruzado, La Rioja Alta S.A., Muga y Bodegas RODA. Su propuesta es una cata musical “diferente y divertida en la que hacer un poquito de ¿‘Rock and Wine’?”, viajando en el recuerdo hasta los años 60. La experiencia podrá disfrutarse adquiriendo una entrada exclusiva, que también permitirá acceder al posterior cóctel armonizado con distintos vinos de las bodegas CVNE, Bodegas Bilbaínas-Viña Pomal, Gómez Cruzado, La Rioja Alta S.A., Muga y Bodegas RODA.

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